El mundo del felino

Uno de los problemas más habituales de los gatos es la acumulación de bolas de pelo en el intestino, que pueden provocarles malestar y obstrucciones graves. Para prevenirlo podemos proporcionarle a nuestro felino, además de un cepillado frecuente, algunos productos que le ayudarán a expulsar las bolas de pelo y purgarse, como la malta y la hierba para gatos.

En muchas ocasiones los gatos mordisquean las plantas que encuentran por casa ganándose una buena bronca por parte del dueño, quien interpreta su conducta como una gamberrada. Sin embargo, comer hierba es una necesidad que su organismo le exige porque, aunque el gato, como todos los felinos, es un animal principalmente carnívoro, también necesita complementos vegetales como la fibra.

Además, al igual que los perros, los gatos utilizan la hierba para purgarse y eliminar las molestias que sienten en el estomago a raíz, sobre todo, de las bolas de pelo. El problema es que los felinos no acostumbran a salir a la calle, donde disponen de toda la hierba que necesitan, sino que tienen que echar mano de lo que encuentran por casa.

La solución es muy fácil: hay que proporcionarle hierba para gatos. Este tipo de hierba, normalmente cebada, trigo o avena, se puede adquirir en forma de semillas en cualquier comercio especializado. Sólo tenemos que sembrarlas en una maceta, regarlas y ponerlas en un sitio luminoso y cálido. Al cabo de tres días comenzará a crecer la hierba y cuando alcance una altura de unos 4 cm. ya podrá comerla. Colócala en un lugar accesible, para que el gato pueda tomarla siempre que lo necesite. Después de comer un poco de esta hierba, es probable que el gato vomite y expulse las bolas de pelo eliminando así la obstrucción que le genera malestar.

Así, además de prevenir los problemas de estómago y purgar su organismo, evitaremos que se dedique a mordisquear y comer las plantas de interior, que en su mayoría son plantas tóxicas para las mascotas y pueden resultar peligrosas.

No hay que confundir esta hierba de efecto purgante con la nébeda o menta de gato (Népeta cataria), una planta de aroma intenso que funciona como una ¿droga¿ para ellos. Casi todos los gatos se sienten terriblemente atraídos por ella, embriagados por los aceites aromáticos que desprende. Se comen sus flores, la olisquean, se frotan contra sus hojas una y otra vez, y adquieren un comportamiento singular, como si estuvieran extasiados. Al contrario de lo que pueda parecer, la nébeda no es dañina para la salud de los gatos, sino relajante y confortable, así que pueden consumirla sin problemas.

En este aspecto los gatos requieren especial atención, ya que debido a su naturaleza no están acostumbrados a beber mucha agua. Este hábito, sumado a una alimentación incorrecta, puede provocar deshidratación y problemas derivados.

Pero, ¿por qué los gatos casi no beben agua?

La razón principal es su origen, ya que los felinos provienen de lugares desérticos donde el agua es muy escasa. Estos animales se hidratan a través de sus presas, que como todo ser vivo están compuestas por un alto porcentaje de agua. Por eso, como no ingieren el líquido directamente, no lo relacionan con la alimentación.

Ayúdale a beber

Sin embargo, el gato doméstico no tiene las privaciones de sus homónimos salvajes y hay que educarlo correctamente para que se acostumbre a beber.

Es importante que tenga un bebedero especial para mascotas, situado en una zona tranquila y de fácil acceso, alejada de los rayos del sol. Debe ser un recipiente independiente del comedero y estar situado a una cierta distancia, para que no caiga comida en él y se ensucie el agua.

Los gatos son muy exigentes en cuanto a la limpieza y para que puedan beber cómodamente es necesario mantener el bebedero impecable, con agua fresca y limpia, que deberá renovarse dos veces al día. También es recomendable que el recipiente no sea de plástico pues en él pueden fijarse olores fácilmente. Lo ideal es utilizar uno de vidrio o de cerámica.

Si el gato no bebe lo suficiente, se puede agregar un chorrito de leche en el agua para estimularlo.

No debe acostumbrarse a beber del grifo, ya que en ese caso dependerá de que haya alguien que lo abra. Además, puede que no siempre se encuentre en buenas condiciones físicas para acceder hasta él. Si ya está habituado a beber de una fuente de agua corriente o muestra una especial predilección por este tipo de mecanismo, en el mercado existen fuentes especiales para gatos que mantienen el agua en un circuito cerrado y la purifican a través de un filtro especial.

Por otro lado, no hay que olvidar que la alimentación del gato es determinante para una hidratación correcta. Si come alimentos frescos o preparados en latas, que contienen alrededor de un 50% de humedad, sus necesidades estarán cubiertas y beberá muy poca agua. En cambio, si se alimenta decomida seca como el pienso comercial, que sólo le aporta un 10% de humedad, seguro que beberá bastante más.